LIPOSUCCION

LIPOSUCCION


La liposucción, también conocida como lipoescultura o lipoaspiración, es una técnica quirúrgica empleada para eliminar depósitos de grasa de determinadas zonas del cuerpo, incluyendo el cuello, los brazos y las mamas, el abdomen, las nalgas, las caderas, los muslos y las rodillas. 
La liposucción no es un sustituto a la pérdida de peso, sino un método para retirar acúmulos localizados de grasa que no responden ni a la dieta ni al ejercicio. 

¿Quién es el candidato ideal para someterse a una liposucción?

Los candidatos ideales para someterse a una liposucción son aquellas personas que poseen un peso relativamente normal pero que tienen acúmulos de grasa en áreas localizadas. 
Si usted posee un estado general de salud bueno, tiene una estabilidad psicológica y es realista en sus expectativas, será un buen candidato. 
Lo más importante para obtener un contorno final óptimo es poseer un piel firme y elástica. La piel flácida o que "cuelga" no se redistribuirá sobre el nuevo contorno corporal y podría requerir algún procedimiento quirúrgico adicional para eliminar este exceso de piel. 
La liposucción no está recomendada si se ha tenido una cirugía reciente en la zona a tratar, si se tiene mala circulación en esa zona o si se padecen problemas cardiacos o respiratorios. 
Es importante saber también que la liposucción no mejora la celulitis. 
Planificando la cirugía

Durante la primera consulta, el cirujano plástico evaluará su estado general, los depósitos de grasa existentes y el tono y firmeza de la piel. 
Se le explicarán las métodos alternativos para mejorar el contorno corporal, como la abdominoplastia o el lifting de brazos y muslos y se discutirán las opciones o la combinación de procedimientos que sean mejor para usted. Debe exponer sus expectativas de manera sincera y franca, para que el cirujano plástico sea también franco y le muestre las alternativas disponibles para su problema, con los riesgos y limitaciones de cada una de ellas. 
También se le explicará cuál es el tipo de anestesia que se empleará, la necesidad o no de ingresar en la clínica donde se realice la cirugía y los posibles riesgos o complicaciones.
La liposucción con fines estéticos no está incluida dentro del catálogo de prestaciones de la Seguridad Social. 
No olvide contar si ha tenido alguna pérdida o ganancia de peso importante. Además debe contar si es fumador o toma alguna medicación. 
No dude en preguntar cualquier cuestión que se plantee, especialmente aquellas relacionadas con sus expectativas sobre los resultados.

La cirugía y la anestesia

La liposucción se realiza en quirófano, dentro de una clínica u hospital. La liposucción no debe realizarse en consultas o habitaciones puesto que no disponen de las condiciones de asepsia y equipación mínimas. 
Muchas veces se realiza en régimen ambulante, sin que sea necesario el ingreso. En liposucciones muy extensas puede ser necesario un ingreso de 2 ó 3 días.
El tipo de anestesia más empleado es la anestesia general, durante la cual estará dormido hasta que finalice la cirugía. 
En algunos casos, pequeñas correciones, se puede emplear anestesia local más sedación, de manera que durante la cirugía usted estará despierto pero relajado.
La intervención suele durar entre 1 y 3 horas, dependiendo de la cantidad de corrección necesaria.
Inicialmente, se realiza una pequeña incisión, suficiente como para poder introducir un tubo hueco denominado cánula de liposucción. El otro extremo de esta cánula se une a una máquina que produce vacío o a una jeringa especial. 
El cirujano mueve la cánula entre los depósitos grasos situados bajo la piel, rompiendo la grasa y succionándola. A veces es necesario realizar incisiones adicionales para eliminar todos los depósitos de grasa. 
Si el procedimiento se realiza bajo anestesia local, puede sentir alguna vibración o fricción. 
Durante la liposucción, junto a la grasa se pierde líquido, siendo crucial reponerlo para evitar que se produzca un "shock". Se le administrarán fluidos por vía intravenosa e incluso, si es necesario, una transfusión de sangre (normalmente autotransfusión).

Después de la cirugía

El resultado tras la intervención consiste en una mayor firmeza de la zona tratada, eliminando el acúmulo graso previo y mejorando el contorno corporal.
Durante los primeros días la zona intervenida suele estar algo inflamada y pueden notarse algunas molestias o dolor que se suele controlar con la medicación prescrita. 
Dependiendo de la extensión de la cirugía puede permanecer 24-48h ingresado en la clínica. En caso de pequeñas correcciones puede realizarse un manejo ambulatorio. Su cirujano plástico le dará instrucciones para ducharse y realizar las curas. 
Después de la operación el paciente llevará una faja o prenda especial compresiva, según cada caso individual.
A pesar de que al principio no pueda estirarse del todo, deberá comenzar a caminar (trayectos cortos) tan pronto como sea posible.

La vuelta a la normalidad

Puede llevar de unas semanas a unos poco meses el volver a sentirse como antes. 
Si su estado físico previo a la cirugía es bueno, la recuperación será más rápida. Algunas personas vuelven a su trabajo en 5-7 días, mientras que otras precisan 2-3 semanas de recuperación. 
El ejercicio físico ayuda a recuperarse antes. Incluso la gente que no practica deporte antes de la cirugía debe realizar un programa de ejercicios para reducir la inflamación, disminuir la posibilidad de formación de trombos venosos y tonificar los músculos. No obstante, los ejercicios intensos deben evitarse hasta que uno se sienta cómodo. 
Las zonas tratadas pueden dar la sensación de empeorar durante las primeras semanas, mientras dure el edema y la inflamación; esto es normal. Hay que esperar entre 3-6 meses para empezar a observar resultados estables, aunque el resultado no suele ser definitivo hasta pasados 10-12 meses. Las cicatrices suelen quedar en zonas muy poco visibles.

Riesgos y garantías

Cuando la intervención es realizada por un cirujano plástico cualificado los resultados suelen ser excelentes y estables. 
Sin embargo, siempre que se realiza una cirugía existen riesgos.
Es habitual la presencia de equimosis (moratones o cardenales) las primeras semanas tras la cirugía, que se irán resolviendo progresivamente sin dejar secuelas apreciables.
Las complicaciones tras la cirugía, como la infección o los trombos venosos pueden ocurrir, pero son raros. 
La infección se resuelve con antibióticos y drenaje, pero puede prolongar la recuperación. 
Los trombos venosos se previenen moviendo las piernas y levantándose tan pronto como lo permita la cirugía. Suele ser habitual el tratamiento con Heparina de bajo peso molecular de manera preventiva.
Los fumadores deben dejar de fumar unas semanas antes de la cirugía y deben ser advertidos de que el tabaco aumenta el riesgo de complicaciones y retrasa la cicatrización. 
En algunos casos se pueden llegar a producir pequeñas irregularidades o asimetrías cutáneas que pueden requerir una segunda cirugía para corregirlas. 
En la mayoría de los casos los resultados son definitivos, siempre y cuando se acompañe de una dieta equilibrada y ejercicio periódico. 


Es imprescindible que cada paciente sea evaluado de forma individual por parte de un especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora para analizar su caso y ofrecerle una solución adecuada y realista, con las máximas garantías.
Puede obtener más información en SECPRE (Sociedad Española Cirugía Plástica Reparadora y Estética).

Share by: