LIPOFILLING

LIPOFILLING


La lipotransferencia es un procedimiento que utiliza el tejido graso del propio paciente como material de relleno para corregir irregularidades, añadir volumen y mejorar la calidad de los tejidos tratados en un amplio abanico de situaciones: defectos congénitos, cicatrices previas, falta de volumen, secuelas de radioterapia,…

El auto-trasplante de grasa, también conocido como injerto de grasa, inyecciones de grasa, lipofilling, lipoestructura o lipotransferencia se ha convertido actualmente en una herramienta terapéutica indispensable de nuestra especialidad.

¿Quién es el candidato ideal para someterse a un lipofilling?

Los candidatos ideales para someterse a un lipofilling son aquellas personas que desean mejorar o suavizar el contorno corporal o facial añadiendo volumen de forma moderada utilizando el tejido graso que se obtiene de los depósitos o acúmulos naturales (abdomen, muslos,…) y, por lo tanto, sin tener que utilizar material sintético.
Lo más importante es obtener un contorno final óptimo, mejorando en muchas ocasiones la calidad de la piel y los tejidos que se tratan. 
La lipotransferencia se ha convertido en los últimos años en una herramienta básica en la cirugía mamaria, tanto desde el punto de vista estético como reconstructivo. 

Las principales indicaciones son la reconstrucción mamaria autóloga (habitualmente asociada a otras técnicas como el colgajo dorsal ancho o los implantes mamarios), la reparación de las secuelas tras la cirugía conservadora y radioterapia en pacientes que han padecido un cáncer de mama, la reparación de cicatrices o deformidades previas, la corrección de asimetrías así como en la cirugía de aumento mamario como técnica única o combinada con implantes.
Las indicaciones terapéuticas en la región facial para someterse a un lipofilling incluyen las mejillas hundidas, la desaparición de la grasa de los pómulos y los surcos profundos que van desde la nariz hasta las comisuras de la boca. También es uno de los métodos más utilizados para el aumento de labios. 
Además, el lipofilling se puede utilizar para suavizar todos los tipos de irregularidades que puedan resultar de una liposucción o por secuelas de otras intervenciones. 

Si presenta piel flácida o que "cuelga" es probable que no se redistribuya adecuadamente y podría requerir algún procedimiento quirúrgico adicional para eliminar este exceso de piel. 
La lipotransferencia puede no estar recomendada si se ha tenido una cirugía reciente en la zona a tratar o si se padecen problemas cardiacos o respiratorios. 

Planificando la cirugía

Durante la primera consulta, el cirujano plástico evaluará su estado general, los depósitos de grasa existentes y el tono y firmeza de la piel que se desea tratar.
Se le explicarán los métodos alternativos para mejorar el contorno corporal o la combinación de procedimientos que sean mejor para usted. 
Debe exponer sus expectativas de manera sincera y franca, para que el cirujano plástico sea también franco y le muestre las alternativas disponibles para su problema, con los riesgos y limitaciones de cada una de ellas. 
También se le explicará cuál es el tipo de anestesia que se empleará, la necesidad o no de ingresar en la clínica donde se realice la cirugía y los posibles riesgos o complicaciones.
La lipotransferencia con fines estéticos no está incluida dentro del catálogo de prestaciones de la Seguridad Social; no obstante, las secuelas por traumatismos o accidentes y la reconstrucción tras cirugía por cáncer de mama sí que quedarían cubiertas.
No olvide contar si ha tenido alguna pérdida o ganancia de peso importante. Además debe contar si es fumador o toma alguna medicación. 
No dude en preguntar cualquier cuestión que se plantee, especialmente aquellas relacionadas con sus expectativas sobre los resultados.

La cirugía y la anestesia

La lipotransferencia o lipofilling se suele realizar en quirófano, dentro de una clínica u hospital, muchas veces en régimen ambulatorio, sin que sea necesario el ingreso. Si lo combinamos con otras técnicas quirúrgicas puede ser necesario un ingreso de 24-48h.
La intervención suele durar entre 1 y 3 horas, dependiendo de la cantidad de tejido graso que deseamos transferir.
El tipo de anestesia más empleado es la anestesia general, durante la cual el paciente estará dormido hasta que finalice la cirugía. 
En algunos casos, para pequeñas correciones, se puede emplear anestesia local más sedación, de manera que durante la cirugía usted estará despierto pero relajado.
La grasa necesaria se obtiene mediante una liposucción limitada a través de pequeñas incisiones (de entre 3 y 5mm). Normalmente se extrae del abdomen o la parte interna del muslo. 
La grasa aspirada se procesa mediante centrifugación, filtración o lavado. Como resultado, se obtiene tejido graso de consistencia líquida, sin impurezas y listo para utilizar como material de relleno. 
A continuación se inyecta la grasa que se distribuye de manera uniforme en la zona que queremos tratar, mediante la inyección de pequeñas cantidades de tal manera que la grasa que depositamos esté bien rodeada de tejido sano. Esto asegura que la grasa trasplantada permanezca en contacto con los tejidos circundantes que deben suministrar oxígeno y nutrientes. 



Después de la cirugía

El resultado tras la intervención consiste en una mayor firmeza de la zona tratada. Durante los primeros días la zona intervenida suele estar algo inflamada y pueden notarse algunas molestias o dolor que se suele controlar con la medicación prescrita. 
Es habitual que aparezcan cardenales, hinchazón y/o hipersensibilidad tanto en la zona tratada como en la zona donante.
Después de la operación el paciente llevará una faja o prenda especial compresiva, según cada caso individual.
Dependiendo de la extensión de la cirugía puede permanecer 24-48h ingresado en la clínica. En caso de pequeñas correcciones puede realizarse un manejo ambulatorio. 
Su cirujano plástico le dará instrucciones para ducharse y realizar las curas. 
A pesar de que al principio no pueda estirarse del todo, deberá comenzar a caminar (trayectos cortos) tan pronto como sea posible.


La vuelta a la normalidad

Tras pasar aproximadamente de una semana a diez días los pacientes se suelen sentir bien como para reanudar una vida social normal. 
El edema o hinchazón aumenta hasta aproximadamente el tercer día, pero luego poco a poco va decreciendo hasta desaparecer. Si ha salido algún cardenal, podrían permanecer visibles durante un poco más de tiempo. Si hemos tratado la zona facial se pueden ocultar razonablemente bien con el maquillaje. 
Los pacientes deben hacer una revisión con el cirujano entre el quinto y séptimo día e igualmente tres o cuatro semanas más tarde. Para entonces, la mayor parte de la hinchazón habrá desaparecido, pero la corrección todavía puede parecer algo exagerada. 
Los cirujanos generalmente corregimos en exceso, lo que significa inyectar más grasa que la que realmente se necesita, porque sabemos que un 25-30% de las células grasas trasplantadas no sobrevivirán. Por tanto, debemos esperar un tiempo prudencial hasta obtener unos resultados óptimos y estables. 
El resultado final debe de ser evaluado tras haber transcurrido entre 3-6 meses. Pasado este tiempo prudencial y tras una reevaluación de la zona tratada, podría ser necesaria una segunda sesión para compensar cualquier falta de volumen de algún área determinada. 
El ejercicio físico puede ayudar a recuperarse antes. Incluso la gente que no practica deporte antes de la cirugía debe realizar una movilización temprana para reducir la inflamación, disminuir la posibilidad de formación de trombos venosos y tonificar los músculos. No obstante, los ejercicios intensos deben evitarse hasta que uno se sienta cómodo. 


Riesgos y garantías

Cuando la intervención es realizada por un cirujano plástico cualificado los resultados suelen ser excelentes y estables. 
Sin embargo, siempre que se realiza una cirugía existen riesgos.
Es habitual la presencia de equimosis (moratones o cardenales) las primeras semanas tras la cirugía, que se irán resolviendo progresivamente sin dejar secuelas apreciables.
Las complicaciones tras la cirugía, como la infección o los trombos venosos pueden ocurrir, pero son raros. 
Pueden llegar a formarse algunas durezas o pequeños nódulos (bien definidos) en las zonas tratadas (necrosis grasa, quistes oleosos) que pueden requerir seguimiento clínico y/o radiológico. En algunas ocasiones puede ser necesario realizar una pequeña punción o biopsia para extraer el contenido. 
Si hemos tratado la región mamaria con lipotransferencia, es importante avisar al radiólogo del procedimiento realizado y esperar un mínimo de 6 meses antes de someternos a alguna prueba de imagen (mamografía, ecografía o resonancia magnética). 
No existe evidencia científica que la lipotrasferencia o lipofilling en la región mamaria aumente el riesgo de cáncer de mama. No obstante, se desaconseja en aquellas pacientes con riesgo hereditario confirmado.
En algunos casos se pueden llegar a producir pequeñas irregularidades, asimetrías o un resultado subóptimo que pueden requerir una segunda cirugía para corregirlas. 
Los fumadores deben dejar de fumar unas semanas antes de la cirugía y deben ser advertidos de que el tabaco aumenta el riesgo de complicaciones y retrasa la cicatrización. 
En la mayoría de los casos los resultados suelen ser definitivos tras los primeros 3-6 meses. 

Es imprescindible que cada paciente sea evaluado de forma individual por parte de un especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora para analizar su caso y ofrecerle una solución adecuada y realista, con las máximas garantías.
Puede obtener más información en SECPRE (Sociedad Española Cirugía Plástica Reparadora y Estética).

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