CIRUGIA ONCOPLASTICA

CIRUGIA ONCOPLASTICA


El tratamiento quirúrgico del cáncer de mama ha presentado una evolución muy significativa hacia procedimientos cada vez menos radicales.
El tratamiento conservador del cáncer de mama consiste en extirpar el tejido tumoral con unos márgenes de seguridad suficientes y se ha mostrado como una solución oncológicamente segura (similar a la mastectomía) cuando lo asociamos a la radioterapia; sin embargo, está descrito que hasta un 30% de las pacientes pueden presentar resultados cosméticos poco satisfactorios.
Las técnicas de cirugía oncoplástica pueden solucionar aquellas situaciones donde las resecciones amplias o en localizaciones comprometidas puedan generar secuelas cosméticas importantes.
Estas técnicas combinan los principios de resección oncológicos del tratamiento conservador del cáncer de mama con los procedimientos reconstructivos inmediatos de la cirugía plástica de la mama.
De esta forma, logramos la extirpación del tumor con márgenes quirúrgicos más amplios sin que ello afecte al resultado cosmético y permitiendo la preservación de la glándula mamaria en mujeres que de otra manera deberían haber sido sometidas a mastectomía para la completa extirpación de la lesión. 

¿Quién es el candidato ideal para someterse a una cirugía oncoplástica?

La seguridad oncológica de los procedimientos oncoplásticos ha sido ampliamente demostrada, siempre que la paciente sea una candidata adecuada.
Las indicaciones de la cirugía oncoplástica son básicamente las mismas que las de la cirugía conservadora de mama tradicional: 
- mujeres diagnosticadas de cáncer de mama
- deseo de preservar la glándula mamaria
- tumores mamarios únicos
- sin contraindicaciones para recibir radioterapia adyuvante

Sin embargo, como las técnicas oncoplásticas permiten una mayor resección de tejido mamario sin ocasionar deformidades estéticas, podríamos ampliar las indicaciones de la cirugía corservadora en situaciones que anteriormente se consideraban contraindicaciones absolutas para la preservación de la mama:

• tumores grandes
• tumores en la zona central de la mama
• tumores multifocales y/o multicéntricos

Otra de las principales ventajas de las técnicas oncoplásticas, son aquellas que implican procedimientos de mamoplastia de reducción en pacientes con mamas grandes (hipertrofia) o de elevación mamaria en mamas caídas (ptosis). Gracias a las técnicas de cirugía oncoplástica se pueden mejorar el equilibrio y la conformación anatómica de la mama, disminuyendo su volumen y con esto ayudando a simplificar y mejorar los campos de radioterapia que se deben aplicar posteriormente.

La cirugía oncoplástica, en resumen, está especialmente indicada en:
• Resección de > 20% del volumen mamario.
• Macromastia o Hipertrofia mamaria (mamas grandes)
• Ptosis mamaria (mama caída)
• Asimetría (diferencia entre ambas mamas) de tamaño o de caída
• Necesidad de eliminar piel dentro del área de resección tumoral
• Tumores en zonas centrales, mediales o inferiores
• Cirugía plástica previa en la mama


Planificando la cirugía

Durante la primera consulta, se evaluará el tamaño y la forma de las mamas, la firmeza de la piel y su estado general de salud.
Se realizará además una exploración mamaria, siendo indispensables los resultados de anatomía patológica de la lesión estudiada así como los estudios de imagen recientes (mamografía, ecografía y resonancia magnética). 
Es importante establecer los límites y características de la lesión que se debe extirpar para hacer una correcta planificación quirúrgica. En este contexto, es de gran importancia considerar varios factores, los cuales en su conjunto permitirán elegir y planear el tipo de procedimiento idóneo para cada paciente, como son: 

• Tamaño tumoral
• Localización tumoral
• Volumen mamario
• Densidad mamaria
• Multicentricidad o multifocalidad
• Distancia entre tumor y CAP (complejo areola-pezón)
• Ptosis mamaria
• Simetría mamaria
• Cirugías previas

Se le explicarán las distintas técnicas quirúrgicas, se discutirá el tamaño y la forma que tendrán su mamas y las opciones o la combinación de procedimientos que sean mejor para usted. 
También se le explicará cuál es el tipo de anestesia que se empleará, la necesidad o no de ingresar en la clínica donde se realice la cirugía, las recomendaciones en el postoperatorio así como la aparición de posibles complicaciones.
No olvide explicar sus hábitos (si es fumadora o toma alguna medicación) y antecedentes de interés. 
No dude en preguntar cualquier cuestión que se plantee.
La cirugía conservadora del cáncer de mama está incluida dentro del catálogo de prestaciones de la Seguridad Social.


La cirugía y la anestesia

La cirugía oncoplástica se realiza a través de incisiones que se situan, dependiendo de la anatomía de la paciente y de la localización y tamaño de la resección tumoral:
o alrededor de la areola (round-block)
o incisión vertical (de la areola al surco submamario)
o areola + vertical + surco submamario (cicatriz en ancla o T invertida)

A través de esta incisión se separa la glándula mamaria, se extirpa la piel y el tejido mamario afectado, siempre con unos márgenes de seguridad adecuados. 
El resultado final consiste en unas mamas más pequeñas, siendo totalmente recomendable realizar una intervención similar en la mama contralateral (mama sana) para conseguir una mayor simetría y evitar problemas funcionales por diferencias de volumen y peso entre ambas mamas.

La cirugía se suele realizar bajo anestesia general. El procedimiento suele durar entre 2 y 4 horas y requiere ingreso durante las primeras 24-48h en el centro hospitalario, aunque puede depender principalmente de la extensión de la cirugía oncológica así como de la necesidad o no de extirpar los ganglios de la axila. 
Se suelen colocar drenajes y un vendaje compresivo sobre las mamas que se suelen retirar tras las primeras 24-48h. 


Después de la cirugía

Los primeros días tras la cirugía mamaria es normal encontrarse algo cansada, pero podrá empezar a realizar actividades que no requieran esfuerzos a partir de las primeras 48 horas. No obstante, se recomienda un periodo de reposo relativo postoperatorio de 5-7 días antes de iniciar su actividad diaria con normalidad. 
La mayoría de las molestias se suelen controlar bien con la medicación prescrita, aunque puede tener molestias durante las primeras semanas. El vendaje o los apósitos serán retirados en unos días, siendo sustituidos por un sujetador especial (ortopédico) que deberá utilizar siguiendo indicaciones por parte del cirujano. 
Es normal tener una sensación de ardor, tirantez y molestias o pequeños pinchazos en las mamas y/o los pezones durante las primeras semanas. 
Debemos tener en cuenta que el edema o hinchazón no cede completamente hasta que no han transcurrido de 3 a 6 semanas.
Se recomienda esperar unas 4-6 semanas antes de iniciar actividades moderadas o intensas. No obtante, debe esperar a recibir instrucciones de su cirujano u oncólogo acerca de qué ejercicios puede realizar. 
Al principio las cicatrices estarán rosadas y su aspecto mejorará continuamente durante los primeros meses. 
Debemos tener en cuenta que la radioterapia posterior puede modificar el aspecto de las cicatrices y que en las pacientes fumadoras puede existir un retraso en el proceso de cicatrización.
Los estudios de imagen (controles mamográficos o ecográficos) pueden seguir realizándose, aunque se recomienda esperar un mínimo de 6 meses tras la cirugía.


Riesgos y garantías

La cirugía oncoplástica suele ser una técnica segura y debe ser realizada por un cirujano plástico cualificado. Sin embargo, como en cualquier operación siempre pueden existir complicaciones y riesgos asociados. 
La cirugía conservadora y las técnicas de oncoplastia asociadas no son infalibles. Siempre que planteamos un tratamiento conservador del cáncer de mama existe un pequeño riesgo de no conseguir unos márgenes suficientes cuando se recibe el resultado definitivo del laboratorio de anatomía patológica. En estos casos pueden ser necesarios procedimientos quirúrgicos adicionales, incluso la necesidad de realizar una mastectomía.
La cirugía oncoplástica suele dejar cicatrices permanentes y visibles, aunque disimulables bajo el sujetador o el bikini. 
Los problemas de cicatrización son más frecuentes en fumadoras, llegando a producirse fenómenos de necrosis cutánea (piel costrosa) por falta de oxigenación de los tejidos. Pueden ser necesarias intervenciones adicionales para corregir estas cicatrices. 
Otra complicación , propia de cualquier cirugía es el hematoma (sangrado) que en casos concretos puede precisar de una nueva intervención para eliminar la sangre acumulada. 
Algunas pacientes pueden experimentar una disminución parcial, y en ocasiones total, de la sensibilidad del pezón.

Es imprescindible que cada paciente sea evaluado de forma individual por parte de un especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora para analizar su caso y ofrecerle una solución adecuada y realista, con las máximas garantías.
Puede obtener más información en SECPRE (Sociedad Española Cirugía Plástica Reparadora y Estética).

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