Planificando la cirugía
La intervención suele tener una duración de 2-4 horas y se suele realizar bajo anestesia general, practicándose una incisión por encima del pubis que se prolonga hacia las caderas. Se libera la piel del abdomen y, si es preciso, se refuerzan con suturas los músculos abdominales. Se tracciona la piel sobrante y se extirpa.
Es frecuente asociar procedimientos de liposucción o lipoaspiración para mejorar el resultado final.
Existen otras variantes de la misma técnica como la mini-abdominoplastia, con cicatrices menores y recuperación más rápida, según cada caso individual.
Después de la Cirugía
Durante los primeros días la zona intervenida suele estar algo inflamada y pueden notarse algunas molestias o dolor que se suele controlar con la medicación prescrita.
Dependiendo de la extensión de la cirugía permanecerá 2-3 días ingresado en la clínica. Su cirujano plástico le dará instrucciones para ducharse y realizar las curas.
Después de la operación el paciente llevará una faja o prenda especial compresiva, según cada caso individual.
A pesar de que al principio no pueda estirarse del todo, deberá comenzar a caminar (trayectos cortos) tan pronto como sea posible.
Las cicatrices suelen hacerse menos visibles con el tiempo.
Se deben evitar esfuerzos físicos en los días posteriores, según indicación de su cirujano.
Algunas personas vuelven a su trabajo en unas 2 semanas, mientras que otras precisan 3 ó 4 semanas de reposo y recuperación.
Riesgos y garantías
Cuando la intervención es realizada por un cirujano plástico cualificado los resultados suelen ser excelentes y estables.
Sin embargo, siempre que se realiza una cirugía existen riesgos.
Como posibles complicaciones, cabe mencionar la pérdida de vitalidad de la piel (necrosis) situada por encima del pubis que puede requerir un tratamiento postoperatorio más prolongado. Esta complicación es especialmente frecuente en pacientes fumadores, por lo que se recomienda abandonar el hábito tabáquico si se está planteando someterse a esta intervención.
Igualmente pueden aparecer seromas (acúmulo de líquido) y/o hematomas (sangrado) que requieran evacuación.
Las cicatrices alrededor del ombligo y en el abdomen inferior irán mejorando con el transcurso del tiempo. No obstante, en algunos casos es preciso realizar una revisión cicatricial con anestesia local.
En la mayoría de los casos los resultados son definitivos, siempre y cuando se acompañe de una dieta equilibrada y ejercicio periódico.
Es imprescindible que cada paciente sea evaluado de forma individual por parte de un
especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora
para analizar su caso y ofrecerle una solución adecuada y realista, con las máximas garantías.
Puede obtener más información en
SECPRE
(Sociedad Española Cirugía Plástica Reparadora y Estética).